El principio de fortalecer y acortar las diferencias sociales y educativas, entre quienes dicen pertenecer a los grupos centrales y quienes se sienten delegados por sus diferencias y dependencia; es por este principio que como sociedad se debe trabajar, siendo consciente del impacto y la trascendencia que provocaría en aquellas personas, que durante sus vidas han visto y sentido una y otra vez dichas diferencias.
La escuela para la integración debe ser un instrumento de igualdad de oportunidades, un espacio de integración social en cual se conoce, comparte y convive con personas provenientes de otros grupos sociales, que se aprende a respetar y valorar lo diferente. Por lo tanto, la escuela debe ser el espacio privilegiado de convivencia con los otros, en que cada uno tenga la oportunidad de desarrollar al máximo sus capacidades de aprendizaje.
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